SEGUIMOS CON LAS REIVINDICACIONES

​

Un curso más y parece que los problemas de la educación continuan siendo parecidos a los de siempre.

Para empezar, no existe un consenso entre todos los partidos mayoritarios para crear leyes educativas estables y duraderas que hagan posible valorar los procesos educativos de los alumnos además de garantizar el éxito escolar o la reducción de la tasa de fracaso y que clarifiquen a toda la comunidad educativa (profesores, padres, alumnos, orientadores e, incluso, inspectores) los parámetros por los que debemos regirnos puesto que, en la actualidad, cada Comunidad sigue sus propios criterios, lo que dificulta los traslados de una región a otra y crea lagunas de aprendizajes , al no estar unificados los contenidos.

Ésta fue una de las inquietudes y, a mi juicio, la más importante que reivindiqué ante el Consejero de Educación el 4 de marzo de 2016.

Su argumento fue que si, en ese momento, los políticos no se ponían de acuerdo para sacar adelante un gobierno nacional cómo iban a lograr ese consenso en leyes concretas, en nuestro caso educativas.

Le comenté que quizá las reformas educativas no deban hacerlas los políticos sino los profesionales que imparten las diferentes áreas en los colegios. Ante esta sugerencia, le pareció acertada la propuesta, aunque de forma oficiosa que no oficial.

Otro de los problemas abordados fue el de las ayudas a los libros de texto y las tablets.

Desde aquí, no entendemos que haya que financiar a las familias para la adquisición de estos recursos cuando, ultimamente, se intenta crear en los centros bancos de libros (Programa RELEO).

Considero que sería conveniente que esa financiación llegara directamente a los Centros y estos los administrasen para un reparto más equitativo y permanente de estos materiales en los colegios.

En cuanto al cambio de libros para el próximo curso, creemos que supone, en muchos casos, una gran sangría el desembolso tan elevado en un mismo curso, sobre todo para aquellas familias con varios hijos escolarizados a la vez, considerando que el proceso debiera haber sido progresivo, máxime la gran duración que ha habido entre el anterior cambio y éste. 

En cuanto a las pruebas individualizadas, la de tercero nos parece innecesaria y poco objetiva porque las preguntas de respuesta cerrada planteadas no indican o señalan la superación real de las mismas o si de debe al azar, porque un alumno con un expediente académico medio / alto, si tiene un mal día, puede obtener malos resultados por diferentes factores o viceversa.

La referida a sexto, si bien tampoco es muy objetiva, teniendo en cuenta lo antes expuesto, puede ayudar a valorar el nivel académico conseguido en la Primaria, puesto que los niños tienen una mayor madurez y les anticipa la nueva etapa educativa.

Por otro lado, desde que se produjeron los recortes económicos, aunque se pregona una mejora económica y, por consiguiente, una salidad de la crisis, la dotación presupuestaria para los próximos años sigue siendo la misma e imposibilita la renovación de medios informáticos, obsoletos o estropeados por el tiempo que tienen.

Se continua con el criterio de ahorrar en sustituciones del profesorado que causa baja porque se sigue supliendo a los quince días como mínimo cuando, como mucho, debiera ser al tercer dia, por el bien de los alumnos y la continuidad del aprendizaje de los mismos.

En cuanto a los arreglos de los Centros, continuamos sufriendo el mismo problema. Entre la Dirección Provincial y el Ayuntamiento no se ponen de acuerdo en definir qué son obras nuevas y qué es un mantenimiento.

Se ha solicitado una reunión a tres bandas: director provincial, alcaldesa de la localidad y equipo directivo, para que se establezcan con claridad las competencias de cada uno y lograr así reparaciones, nuevas construcciones o mantenimiento de las existentes de forma adecuada y continua.

Consideramos que "más vale arreglar un pinchazo que un reventón".

También, en nuestra localidad, en los últimos años, ha surgido un problema de escolarización, al no renovarse el concierto con el colegio ICEDE. Los alumnos de este centro se distribuyeron entre todos los centros, aunque supuso una mayor incidencia en nuestro colegio, y después en Santa María, por la proximidad de sus domicilios a los mismos.

Esto ha conllevado una masificación en determinados niveles. Actualmente, afecta más a los de alumnos de Tercero de Infantil (5años) donde la ratio de estas clases en todos los centros es de 26 o 27 alumnos, lo que dificulta la escolarización de nuevos alumnos procedentes de otras localidades o países.

Lo mismo ocurre con los alumnos que cursan Primero de Primaria.

Entendemos que no se trata de un servicio de guardería o de cuidado de niños. La labor de los colegios es educar en las mejores condiciones a nuestros alumnos.

Durante este curso, también hemos sufrido una burocracia sin control con todas las convocatorias planteadas de forma consecutiva y sin que finalizase una ya estaba la siguiente.

En colegios numerosos como el nuestro, con más de 450 alumnos en doble línea, pero sin personal administrativo que ayude en las gestiones burocráticas, el incremento de horas dedicadas a esta tarea es enorme y crea una gran tensión a los responsables de las mismas ya que los periodos para solventarlas son muy reducidos.

No queremos dejar de lado la dotación de la plantilla al inicio del curso. De nuevo por cuestiones económicas, los profesores asignados al Centro se nombran la víspera de la fecha de inicio de los días lectivos (las clases) lo que supone para ellos un desconocimiento del funcionamiento del Centro, de la programación, etc., afectando a la organización del mismo.

Esperamos que estas ideas ayuden a reflexionar a los máximos responsables educativos de nuestro país y vayan solucionando estas deficiencias.